¿una imagen vale más que mil palabras?

OIRÉ

trabajar para el presente

Diarios, revistas, televisión, música (en menor medida) nos hablan del pasado y del futuro.

¿Y ahora qué pasa? ¿Qué estoy haciendo? ¿En qué estoy pensando?

Se podría pensar que la idea de páginas como el twitter, o la opción del facebook apuntan a que las personas analizemos nuestro "presente", sin embargo esto no sucede. Lo único que se persigue con eso es llamar la atención de los demás o"ser famoso". Me parece válido que alguien tenga como objetivo ser rico o reconocido en un futuro (no lo comparto), el problema es que esa persona va a vivir en función de ese devenir todos sus presentes. Con la mirada puesta donde va a poner el próximo pie, sin ver donde está parado, perdiéndose quizás oportunidades únicas de experimentar otras cosas, que enriquezcan su historia y no terminar rico pero vacío de vida.

Por otro lado esta quien se quedó en el pasado. Hay momentos que nos marcan, por su crudeza y el dolor que nos generan. Sin duda en el camino nos tocaran atravesar estas tormentas, pero hay, al alcance de todos, "herramientas" para poder seguir adelante. Desde un amigo, hasta un viaje, pasando por noches de llanto y desvelo. Lo importante es que por más profunda que sea la herida no desperdiciemos nuestro presente acongojados por decisiones pasadas, porque de la misma forma que el ambicioso, tendremos la mira fuera de lugar, y para peor, sin ver lo que viene, pudiendo tropezar y caer de bruces en un pozo más hondo aún.

Antecedentes de la declaración perdidos por ahí

El tener una mentalidad positiva puede impulsarte a generar cientos de proyectos, pero, ¡cuidado! No confundir positivismo con altas expectativas.
La confianza en uno mismo es importante, pero solo si esta fundada en bases sólidas, es decir, conocé tus fortalezas, son lo único que te ayudarán a transitar momentos de incertidumbre.

Déjate abatir por el fracaso. Sufrí, desángrate, llorá, si es necesario, pero aprende del error.

Busca siempre probarte. Llevate al máximo, no hace falta saltar de un avión desde 10.000 mts. de altura para enfrentar alguno de tus temores. Entablar una conversación con la señorita de la panadería de la vuelta de tu casa puede proponerte el mismo vértigo.

Confía en tus instintos, son los que te hacen distinto.

Tormentosa tarea

Despertó. El estruendo, amplificado por el helado valle, todavía resonaba en la distancia. Al descorrer las pesadas cortinas de la habitación un escalofrío la recorrió fugazmente. En la ladera, un árbol gigantesco yacía derrotado. Cientos de relámpagos iluminaban el inquieto lago, como jactándose de su inmenso poder. En el acantilado, cinco cascadas surcaban violentamente las rocas hasta saltar al vacío, rindiéndose a la voluntad del vendaval. El miedo se apoderó de ella. Con la manga del camisón frotó velozmente el cristal empañado por su agitada respiración. La tormenta no cedía. Las gotas, fundiendose cada vez más, ya no dejaban ver el acantilado ni la orilla opuesta. Pensó en su hijo y una pequeña sonrisa movilizó su rostro. Por lo menos él se encontraba a salvo.

Asidero fiel

Camina, inesperadas ráfagas la levantan y la depositan suavemente en un nuevo lugar.

Sus botas,de una tierra que nunca jamás existió, crujen suavemente.

En cada lugar nuevo encuentra belleza, tiene un don especial.

Su bolso, desborda de libros, bufandas de colores y gorros con ponpones.

Siempre olvida el paraguas, la lluvia, sin querer, la pone feliz.

Algunas veces se detiene, con los cordones desatados no puede pensar.

Al doblar la esquina, la calle por la que pasó nunca vuelve a ser la misma.

La vorágine de la información

En el marco socio-cultural que vivimos nos vamos acostumbrando a algunos atropellos sobre los cuales pocas veces nos sentamos a reflexionar. El periodismo es, en mí opinión, uno de los ámbitos en los que más reflexión debiera haber, sin embargo esto no ocurre. Esto me parece más que preocupante, ¿como se puede esperar que la sociedad reflexione sobre lo que sucede día a día en nuestro país si los medios no apuntan a generar el contenido claramente y solo se dedican a competir por una primicia o la imagen más cruda?.

Como si esto fuera poco, en esta carrera descontrolada, terminan siendo partícipes de la información, en casos como la toma de rehenes de hace unos días, donde los ladrones podían observar gracias a las cámaras de C5N como la policía preparaba su grupo comando, o cuando unas semanas atrás, Guillermo Andino conversaba con un ladrón atrincherado en un banco. ¿Donde está el límite? ¿Existe un momento de reflexión en las redacciones antes de sacar un móvil al aire?

Creo que se debe plantear cuál es el objetivo de brindar información de "ultimo momento". La RAE define vorágine como "Aglomeración confusa de sucesos, de gentes o de cosas en movimiento". Por lo tanto los medios, con el minuto a minuto, no hacen otra cosa que aportar a la confusión general, a la desinformación, a la no reflexión.

En esta linea de pensamiento entiendo como al llegar al hogar, una persona que fue bombardeada todo el día por este desenfreno, quiera desconectarse de la "realidad" presentada y dedicarse a mirar un show vacío de todo contenido o un partido de fútbol de hace 10 años, en vez de sentarse a generar opinión, intercambiando pareceres con sus pares.

Swing

Atentos lectores. El estado de ánimo a la hora de leer un libro es un condicionante a tener en cuenta. Ya sea para leyendo una obra maestra o un folletín, diversas reflexiones y pensamientos cruzan nuestra mente. Estos peatones algunas veces no cruzan por la senda correspondiente, influenciados por el mal humor, la rutina, o simplemente el cansancio. Desde este espacio les proponemos disminuir la cuota de accidentes escuchando atentamente la interpretación de un desconocido. De esta manera, usted puede sumergirse plácidamente en la vibrante prosa de la obra que guste. Ante probables objeciones del tipo, mi marido prefiere ver el fútbol, o tengo que lamer al gato y no tengo tiempo, le brindamos la solución alternativa. Leer en voz alta, de manera pausada, y empleando todas las entonaciones que le sean posibles. Cuanto más eleve la voz mejor, ni su marido ni el gato se darán por aludidos, y usted podrá disfrutar, como nunca antes, de las porquerías que lee.

Nuevas Yerbas

La vida esta compuesta de momentos buenos y momentos malos. Cuando nos toca transitar tiempos turbulentos hay que hacerse fuerte, apoyarse en la gente que nos quiere y plantarse de pie.

En cambio, si nos tocan días de sol, hay que aprovechar para ejercitar todos los músculos que nos permiten sonreír, compartir nuestra dentadura con nuestros amigos, y abrirse a nuevas experiencias, nuevas aventuras, recomenzar proyectos abandonados, impulsados por esa energía extra, que nos brinda la felicidad.

Una experiencia recomendable

Hoy asistí una vez más al programa de Alejandro Dolina, "La venganza será terrible". En esta ocasión la cita fue en el anfiteatro de Radio Nacional (AM 870). Sin dejar de lado las virtudes del programa emitido, originalidad, versatilidad, su carácter cultural y por supuesto el humor que lo caracteriza, quiero dedicarme a destacar lo interesante de la experiencia de asistir a la realización.

El público presente en la sala disfruta de una complicidad aún mayor que la vivida a través de un transmisor. Una mirada, un gesto, una mueca, transforman un comentario menor en una broma sutil y pícara, que contagia. En ese contagio creo se esconde gran parte del éxito del programa.

Otra variante que aporta el programa es el escenario. A lo largo de los más de veinte años que lleva el programa al aire, a pasado por numerosas locaciones, las cuales aportan su magia particular, como por ejemplo la bodega del Café Tortoni, donde asistí por primera vez. Un sótano increíble, rústico, quizás pequeño, pero muy acogedor.

Al presenciar el programa en vivo también se puede participar más activamente del mismo, no solo riendo, sino aportando comentarios en voz alta ante alguna inquietud, o mismo depositando mensajes y pedidos para "el sordo" en los "sarcófagos" dispuestos junto al escenario.

Desde muy chico disfruto del programa, tengo recuerdos imborrables riéndome a carcajadas tapado hasta la nariz para no despertar al resto de mi familia. También aprendí mucho, del contenido del programa y de Alejandro mismo. Sin dudas lo recomiendo, así como también asistir alguna vez a disfrutar de dos horas muy amenas, antes de irse a dormir.