fco

volver siempre a ese lugar

"donde viven esas cosas que asombran"

calzan justo

tu elocuencia
tu locura
pidamos una birra
pero cambiemos la rutina
una negra por favor!

durmiendo

cuantas migas
los panaderos, hartos
y la amargura del mate
me quiere tacaño

el fotógrafo revela las fotos

hoy brillás

que bicho te picó, no lo sé

ojalá sea contagioso

perdés tu tiempo

no te querés

yo sí.

pelota pared

Desde chiquito me gustó jugar al paredón, golpear la pelota con toda la fuerza y después tener que correr como un loco hacia el otro extremo a buscar la devolución de la pared.
Una de las virtudes del juego es que se puede jugar tanto solo como acompañado.
En el caso de ser 2 o más aparece un nuevo condimento, se puede "quemar". En realidad es una formalidad, inventada por los creadores del juego, para justificar ante los padres un más que probable pelotazo de lleno en la cara de sus crios.
Lo mejor de todo es, sin duda, cuando la pelota golpea algún zócalo disimulado, o un ladrillo salido, ahí es donde el desafío es mayor y los reflejos se ponen verdaderamente a prueba.
Así empecé a pelotear a esta pared, a disfrutar de la soledad y del compartir siempre que se pueda, a hacer siempre el mayor esfuerzo para que el juego siga, y aunque un clavo o un zócalo intente jugar una mala pasada, sonreírle al desafío luciendole los dientes.

célula blanda

si no conecto con vos

de que sirven las baterías

llega la hora de salir

hasta un lugar y querer volver

Se puede ser feliz (a las 5 de la mañana)

89.1 Radio Universidad

7 a 10 - Esta mañana SI!

10 a 13 - Radio.com

http://radioenvivo.unlam.edu.ar/contenidos/radioenvivo.php

Tiempo al cuento

Mientras se enfría una bobada que escribí en un colectivo, quiero compartir un fragmento, un párrafo apenas, de un cuento de Cortazar. Escritor con el que, por suerte, estoy teniendo un nuevo encuentro a niveles mucho más interesantes que cuando lo leía en los comienzos del secundario, por obligación principalmente.

El recorte es del cuento SIMULACROS, que aparece en el apartado "Ocupaciones Raras" del libro "Historias de Cronopios y de Famas"

"Hacemos cosas, pero contarlo es difícil porque falta lo más importante, la ansiedad y la expectativa de estar haciendo las cosas, las sorpresas tanto más importantes que los resultados, los fracasos en que toda la familia cae al suelo como un castillo de naipes y durante días enteros no se oyen más que deploraciones y carcajadas. Contar lo que hacemos es apenas una manera de rellenar los huecos inevitables, porque a veces estamos pobres o presos o enfermos, a veces se muere alguno o (me duele mencionarlo) alguno traiciona, renuncia, o entra en la Dirección Impositiva. Pero no hay que deducir de esto que nos va mal o que somos melancólicos. Vivimos en el barrio de Pacífico, y hacemos cosas cada vez que podemos. Somos muchos que tienen ideas y ganas de llevarlas a la práctica."